Llegar a los adolescentes molestos y apáticos puede ser un desafío, pero existen algunas estrategias que pueden ayudar a establecer una conexión significativa con ellos. A continuación, te comparto algunos consejos que podrían ser útiles:
- Escucha activamente: Los adolescentes molestos a menudo sienten que no se les escucha o comprende, por lo que es importante mostrar interés en lo que dicen y hacerles sentir que sus sentimientos son válidos. Presta atención a lo que dicen y haz preguntas para demostrar que estás interesado en lo que tienen que decir.
- Sé auténtico y transparente: Los adolescentes pueden detectar cuando alguien no es auténtico o falso. Sé honesto y transparente en tus interacciones con ellos. Admite tus errores y demuestra que eres humano y que también te equivocas.
- Establece límites claros: Aunque es importante ser empático y comprensivo con los adolescentes molestos, también es importante establecer límites claros. Esto les ayuda a sentirse seguros y a entender que hay consecuencias por sus acciones.
- Usa un lenguaje claro y directo: Los adolescentes a menudo prefieren el lenguaje directo y claro. Evita ser condescendiente o hablarles como si fueran niños. Habla con ellos de manera respetuosa y directa.
- Ofrece opciones y oportunidades: Los adolescentes pueden sentirse más comprometidos y motivados si se les ofrece la oportunidad de tomar decisiones y tener opciones en su vida. Ofrece opciones y oportunidades para que puedan sentir que tienen cierto control sobre su vida.
- Busca intereses comunes: A los adolescentes les gusta sentirse comprendidos y apoyados en sus intereses y pasatiempos. Aprende sobre sus intereses y busca maneras de conectarte con ellos a través de actividades compartidas.
- Sé paciente: A veces, los adolescentes molestos pueden ser difíciles de tratar, pero es importante ser paciente y comprensivo. A veces solo necesitan tiempo y espacio para procesar sus emociones y pensamientos.
La Biblia nos enseña que debemos ser pacientes y compasivos con los demás, especialmente con aquellos que pueden ser difíciles de tratar. En Efesios 4:2-3, se nos insta a ser «humildes y amables; pacientes, soportándoos los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz». También en Colosenses 3:12-13, se nos dice que debemos «vestirnos de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro».
Cuando tratamos con adolescentes molestos, es importante recordar que ellos también son seres humanos que pueden estar lidiando con muchas presiones y desafíos en su vida. Como cristianos, debemos acercarnos a ellos con amor y comprensión, y tratar de entender sus perspectivas y sentimientos. En Romanos 12:15, se nos dice que debemos «llorar con los que lloran; y gozar con los que se gozan». En otras palabras, debemos ser empáticos y solidarios con aquellos que están pasando por momentos difíciles.
También se nos anima a orar por aquellos que pueden estar luchando, en lugar de juzgarlos o criticarlos. En 1 Tesalonicenses 5:17-18, se nos dice que debemos «orar sin cesar; en todo dad gracias; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús». A través de la oración, podemos pedirle a Dios que nos dé la sabiduría y la paciencia para llegar a aquellos que pueden ser difíciles de tratar, y también podemos pedirle que toque sus corazones y les dé la paz y la sanidad que necesitan.
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