Del 4 al 7 de agosto pasado se llevó a cabo un retiro sin precedentes, tanto por el público al que fue dirigido como el escenario y la logística del mismo. Centenares de hijos de pastores, líderes y personas que ocupan cargos ministeriales relevantes en el ámbito de la iglesia, tuvieron su fin de semana nada menos que en un crucero que surcó las aguas del Caribe y en el que vivieron 3 intensas noches de aprendizaje, restauración y adoración a Dios.
